domingo, 27 de julio de 2008

Las posiciones discursivas

En el capítulo IV de su Retórica, Aristóteles definía a discurso como “el resultado de la acción de un individuo que habla, un individuo a quien se le habla y aquello de lo que se está hablando”. Es decir, Aristóteles postulaba las tres posiciones discursivas: destinador, destinatario y referente.
Mucho tiempo después, muchos siglos después, Jesús Martín Barbero irrumpió en el mundo de la comunicación con una propuesta teórica que vino a darle un nuevo aire a la investigación mass mediática. A grandes rasgos, Barbero desarrolla su núcleo fuerte de teoría durante la década del ‘80 y tiene un texto clave: De los medios a las mediaciones (1987).
Ésta es una obra bisagra en la perspectiva de Barbero porque cambia el enfoque de su indagación en la comunicación de masas. Pasa a mirar el proceso de la comunicación llamado habitualmente como recepción, conformado por las resistencias y las variadas formas de apropiación de los contenidos de los medios. La comunicación se hace así cuestión de cultura, que exige revisar toda la vorágine de los mass media con el objetivo de “leer adecuadamente- y de manera crítica- las imágenes que se imponen sobre el texto o lo acompañan”.
Estas “imágenes que se imponen” están articuladas en relación a una división que establece Barbero entre clase hegemónica y clase subalterna. De manera general, Barbero dice que los medios de comunicación son productores y reproductores de cultura; y se presenta en ellos una situación de dominio entre un estrato hegemónico y un estrato subalterno (o “popular”).
¿Cómo se conjuga Aristóteles con Barbero? La idea es poder ver cómo la clase hegemónica y cómo la clase subalterna aparecen, en el marco de esta situación de dominio, en las tres posiciones discursivas presentes en los textos de los medios masivos de Argentina.
La clase hegemónica aparece, fundamentalmente, en la posición de Destinador. Con el poder económico de su lado, es la clase que domina los discursos de los medios masivos y se convierte en el emisor por excelencia. Los acontecimientos son construidos desde su óptica. En tanto, dicha clase ocupa en menor medida las posiciones de Referente y de Destinatario. Generalmente, es el estrato subalterno quien ocupa estas posiciones, fenómeno que es “condición de posibilidad” para el proceso de masificación discursiva.
Por su parte, la clase popular también tiene su propia configuración en cuanto a las posiciones discursivas. Lo que vemos en Policías en Acción… ¿eso es clase popular?. Seguramente, no. Es el fenómeno discursivo que construye la clase hegemónica para expresar “lo popular”. Es un discurso que roza lo grotesco, con propiedades comunes como violencia, desenfreno, alcohol, drogas, delincuencia, etc.. Es decir, la clase subalterna como Referente. Pero también como Destinador, en dicho programa y en otros fenómenos masivos como Bailando por un sueño.
¿Cómo se expresa hoy la clase popular? ¿Por qué no puede aún tomar la posición de Destinador en un medio de comunicación masivo? Michel De Certeau decía que la clase popular era “muda”; era experiencia sin decodificación discursiva; experiencia sin relato. El año pasado se discutió algo de esto en la UNGS en un simposio sobre cultura popular y medios masivos. Inclusive se llegó al límite de decir que era imposible expresar lo popular en un trabajo académico.
Es evidente que la clase subalterna no puede acceder a un medio de comunicación para imponer su propio discurso. Pero el problema de fondo es, ¿podría traducir su experiencia en un discurso tal y cómo lo conocemos? ¿Este discurso no estaría así cayendo nuevamente en una situación de dominio, en una expresión artificial tejida por los preceptos y principios de la clase hegemónica? ¿Se puede producir un texto mediático sin caer en situación de dominio? Nuevamente, los interrogantes dominan el discurso.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Che, muy interesante.

Particularmente, tengo cierta repulsión por Policías en Acción. Me enferma. Lo popular es representado como si la vida de estas personas fuese una novela de Suar: mezcla de lo grotesco, lo tragicómico y la condena sobre ciertos modos de vida. Y lo peor es que su "éxito" se debe a que aparentemente a los televidentes le resulta gracioso ver todo eso.

En cuanto al lugar de las clases subalternas en los medios, me hiciste acordar a un libro de M. Svampa (que leí para PSEC!!!) en el que decía que estas clases no están meramente excluidas, sino que están "incluidas como excluidas". Es decir, no pueden estar ausentes, tienen que estar siempre pero su lugar siempre va a ser marginal.

Por último, quería decir que hay que agradecerle a Gramsci por el concepto de Hegemonía, jaja.
Saludos!

Facu dijo...

Holas amigos. Interesante mirada JM.. LG, coicido con ambos, policias en accion es repulsivo indignante y degradante para la humanidad. Al igual que Bailando por un SUELDO.. y ... ete aqui la cuestion.. Medios para que? y/o para quien?

Algun loco, lindo (ganador de Martin fierro y expulsado al instante de "la academia" por no ser un careton en su "no agradecimiento" a aptra) decia que en realidad, los medios no son de comunicacion. Por el hecho que la comunicacion implica un "ida y vuelta" instantaneo, por lo cual, el concepto de medio masivo de comunicacion, queda sin validez OBJETIVA.

Ahora.. que es "lo popular"? porque es cierto, si vamos a lo estrictamente al punto, no podria haber "pureza popular" en la "academia" como la conocemos los universitarios.

Terminos y conceptos contrapuestos y contradictorios, ideal para tratar en una materia como "comunicacion masiva y matrices culturales" jajaja

Abrazo.. popular? ja

Alejandro Lafourcade dijo...

impecable como siempre, mi estimado Alonso